
Laura era una joven emprendedora que siempre se consideró “multitasking”. Mientras respondía correos, también revisaba redes sociales, contestaba mensajes en WhatsApp y trataba de avanzar en el informe mensual de su negocio. Sentía que lo hacía todo… pero al final del día, su lista de tareas seguía incompleta y la frustración se acumulaba.
Un día, agotada y desmotivada, leyó un artículo sobre la atención residual y cómo esta fragmenta nuestra mente sin que lo notemos. Se sintió identificada. Descubrió que estar conectada todo el tiempo no era sinónimo de ser productiva. Fue entonces cuando decidió probar un enfoque diferente.
Comenzó a trabajar en bloques de 2 horas, sin notificaciones, sin interrupciones. Guardó el celular, cerró las pestañas innecesarias y se concentró solo en una tarea a la vez. Al principio fue difícil, pero al pasar los días, notó algo increíble: avanzaba más, se sentía menos estresada y más satisfecha con su trabajo.

Semanas después, Laura no solo había terminado sus pendientes a tiempo, sino que también había retomado un viejo proyecto que creía olvidado: escribir un libro. Comprendió que la productividad no se trata de hacer muchas cosas al mismo tiempo, sino de hacer pocas cosas, pero con profunda atención.
Desde entonces, cada vez que escucha su teléfono sonar, sonríe, respira… y sigue escribiendo.
Todos los adultos y jóvenes en este mundo actual encontramos en nuestra vida diversos métodos, y actividades para ser productivo. En este tiempo no importa tus talentos o habilidades ya que si no eres productivo, no avanzas en la vida.
Para avanzar en la vida en este mundo que esta completamente distraído, debemos de estar enfocado. La atención residual es cuando la persona cree que puede hacer todo al mismo tiempo por ejemplo: Esta haciendo un trabajo en una Computadora pero tienes en Whatsapp encendido y atiende a los mensaje, también tienes varias pestañas abierta. Y cuando esta concentrado se desvía tu atención en lo mencionado en el ejemplo. el foco que tenias desaparece.
Los beneficios que aporta la productividad es cultivar una profunda concentración. Uno de los secretos de la enorme producción del joven profesor de Pen es que separa grandes bloques de tiempo durante el día y a veces durante meses, para trabajar de manera exclusiva e ininterrumpida en una sola cosa.
Para Grant la explicación de su productividad se halla en una fórmula matemática:
Trabajo de alta calidad producido = tiempo empleado X intensidad de concentración

Una posible solución seria apartar 2 o 3 horas durante el día, en las cuales se aísla por completo (nada de email, nada de redes sociales, nada de llamadas) y se dedica a realizar tareas exigentes mentalmente. La calidad del trabajo que podemos realizar en el asunto que tenemos a mano.
El concepto de atención residual —afirma Newport— explica porque el frecuente hábito de trabajar en un estado de semi-distracción es potencialmente devastador para su desempeño. Puede parecer inofensivo darle un rápido vistazo a su bandeja de entrada cada diez minutos más o menos. De hecho, muchos defienden que este comportamiento es mejor que la antigua práctica de dejar la bandeja de entrada abierta en la pantalla en todo momento. Pero Leroy nos enseña que, de hecho, esto no es una gran mejoría. El vistazo rápido introduce un nuevo objetivo para su atención.
Peor aún, al advertir mensajes que no pueden ser respondidos de inmediato (lo cual ocurre casi siempre), se ve obligado a regresar a la primera tarea con una tarea secundaria que dejó sin terminar. La atención residual generada por estas interrupciones no resueltas arruinan su rendimiento.
El concepto de atención residual explica en parte la gran productividad de Adam Grant. Así lo comenta Newport:
Al trabajar en una sola tarea complicada por un largo tiempo sin cambiar, Grant minimiza el impacto negativo de la atención residual de sus otras obligaciones, lo que le permite maximizar el rendimiento en esa única tarea. Cuando Grant está trabajando aislado durante días en un paper lo está haciendo a un nivel más alto de eficacia del que lo hace un profesor estándar siguiendo una estrategia más distraída en la que su trabajo se interrumpe constantemente.

La recomendación del autor de Deep Work es clara:
Para producir a su nivel máximo es necesario trabajar libre de distracciones, con plena concentración, durante períodos prolongados en una sola tarea. Dicho de otra manera: el tipo de trabajo que optimiza su rendimiento es el trabajo realizado bajo profunda concentración.
Si no se siente cómodo entrando por períodos prolongados de tiempo en profunda concentración, va a ser difícil conseguir un desempeño a los niveles máximos de calidad y cantidad que cada vez son más necesarios para desarrollarse profesionalmente. A menos que su talento y habilidades superen con diferencia los de su competencia, los trabajadores concentrados producirán más que usted.